A medida que las comunidades latinas crecen en tamaño y poder adquisitivo, las ligas están evolucionando para satisfacer su pasión e influencia.
By Jeffrey Bissoy
En las calles bañadas por el sol de Los Ángeles, la energía durante un partido de la selección nacional de fútbol de México rivaliza con la de cualquier estadio de la Copa del Mundo. En el Dodger Stadium, los aficionados cantan en español mientras animan los jonrones. En Houston, las vallas publicitarias alternan entre inglés y español dependiendo del lado de la autopista en el que te encuentres. Los aficionados latinos al deporte no solo están presentes, sino que están definiendo el panorama deportivo estadounidense.
Las cifras son sorprendentes. Los latinos representan casi el 20 % de la población estadounidense y constituyen el 25 % de los aficionados de la Major League Soccer, según estimaciones de la liga. En la NFL, esa cifra es de 1 de cada 4 adultos latinos que se identifican como aficionados. Y en el béisbol, la larga relación de este deporte con las comunidades latinas está evolucionando a medida que las generaciones más jóvenes exigen una participación más inclusiva y con mayor resonancia cultural.
«Siempre hemos estado aquí», dijo Carlos López, mexicano-estadounidense de tercera generación y fanático de los Dodgers desde siempre. «La diferencia ahora es que las ligas finalmente nos ven, no solo como fanáticos, sino como impulsores de la cultura».
Un punto de inflexión demográfico
Según Pew Research, los latinos representan más de la mitad del crecimiento demográfico total de Estados Unidos en la última década. Con una edad media de 30 años y una clase media en expansión, los hogares latinos tienen cada vez más influencia a la hora de determinar cómo y dónde gastan los estadounidenses su dinero en ocio.
Las ligas deportivas están tomando nota. La MLS ha aumentado las retransmisiones bilingües y la divulgación de los clubes en los barrios predominantemente latinos. La MLB se ha apoyado en sus «Fiesta Days» y, al mismo tiempo, ha destacado a los jugadores latinos durante el Mes de la Herencia Hispana. Y la NBA, aunque históricamente menos dependiente de los mercados latinos, ha lanzado las Latin Nights y ha experimentado con productos específicos para cada cultura, como las camisetas «Los Spurs» y «El Heat».
“There’s a growing understanding that Latino fans are not monolithic,” said Maria Torres, a cultural marketing strategist and former executive at a major sports agency. “You can’t just play a Bad Bunny song and call it a day. They want representation in ownership, broadcasting, content—across the board.”
De las gradas a las salas de juntas
A pesar de su enorme base de seguidores, los latinos siguen estando infrarrepresentados en los puestos de liderazgo de las principales ligas deportivas estadounidenses. Menos del 10 % de los ejecutivos de los equipos de las cuatro principales ligas deportivas son latinos. Esa discrepancia no pasa desapercibida para los aficionados ni para las nuevas voces latinas en los medios deportivos.
Aun así, el cambio está llegando. El auge de las plataformas deportivas centradas en los latinos —desde podcasts y canales de YouTube hasta retransmisiones en español de la Super Bowl y la Serie Mundial— ha abierto nuevas vías para el talento y la narración de historias.
«Los jóvenes latinos no solo consumen deportes», dijo Elena Cruz, presentadora del podcast deportivo bilingüe. Balón y Baseball«Están creando memes, lanzando páginas de TikTok, creando empresas de medios de comunicación. Estamos construyendo nuestros propios caminos».
Un caso de negocio y un imperativo cultural
Las apuestas financieras son reales. Según Nielsen, los consumidores latinos gastan 1,9 billones de dólares al año, y los deportes siguen siendo una de sus principales categorías de entretenimiento. Las marcas también se están adaptando. Michelob Ultra, Modelo y T-Mobile se han inclinado por campañas con matices culturales que se dirigen directamente a los aficionados latinos al deporte, dejando de lado las estrategias de marketing genéricas del pasado.
«La autenticidad es importante», afirma Ricardo Díaz, director de marketing de una agencia de publicidad multicultural. «Si solo traduces anuncios del inglés al español, estás pasando por alto lo esencial. La cultura es el mensaje».
Mirando hacia el futuro
A medida que los deportes estadounidenses se vuelven cada vez más globales en sus ambiciones, la base de aficionados latinos representa tanto una potencia nacional como un puente hacia el crecimiento internacional. Se espera que la creciente popularidad del fútbol entre los latinos de la Generación Z impulse la expansión de la MLS y eleve aún más el perfil de las selecciones nacionales masculina y femenina de Estados Unidos. El béisbol, que en su día fue el pasatiempo nacional de Estados Unidos, está apostando por las estrellas latinas para recuperar a un público más joven y multicultural. Y la NFL, a través de asociaciones en México y Latinoamérica, está apostando por el fandom transfronterizo para ampliar su dominio global.
«Las ligas que tengan éxito serán aquellas que comprendan que los aficionados latinos no son solo un mercado, sino que son el momento», afirmó Torres.
Para aficionados como López, ese momento se ha hecho esperar demasiado. «Ya no solo estamos viendo el partido», dijo. «Somos el partido».




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