Previa de la temporada de los Lynx: ¿Renovación o retroceso?

Lynx Reload: ¿Podrá Napheesa Collier llevar a un Minnesota hambriento de títulos tras la decepción de la final?

El dolor de la derrota en la final de la WNBA contra las Liberty aún perdura, una falta fantasma en la memoria colectiva de la nación Lynx. La pregunta que resuena en Minneapolis durante toda la temporada baja es: ¿cómo reforzarán Cheryl Reeve y el equipo directivo la plantilla en torno a la innegable fuerza que es Napheesa Collier? La expectativa, que roza la exigencia, es clara: construir un equipo campeón.

Olvídate de la historia del improbable auge del año pasado. No se trata de superar las expectativas, sino de cumplirlas sin rodeos. La propia Reeve ha lanzado el guante: esta versión de las Lynx está diseñada para competir por el premio definitivo. Collier, según todos los indicios, está trabajando con un único objetivo: levantar ese trofeo.

El panorama de la temporada baja brillaba con posibles fichajes. Abundaban los rumores: ¿debería el Lynx ir a por una base que cambiara el rumbo del juego, permitiendo a Courtney Williams aterrorizar a sus oponentes sin balón? ¿O tal vez una alero dinámica, del tipo que ahora aporta Satou Sabally a Phoenix? La posibilidad de añadir más tamaño imponente en la zona también se perfilaba como una gran opción. Sin embargo, mientras los nombres más destacados cambiaban de equipo en toda la liga, Minnesota permanecía llamativamente quieto.

¿La maniobra más significativa de las Lynx antes del draft? La adquisición de la veterana tiradora Karlie Samuelson, una jugada que, aunque añadió una amenaza exterior muy necesaria, apenas se registró en la escala de Richter de la actividad sísmica de la pretemporada. La noche del draft ofreció otra oportunidad para dar un golpe de efecto, tal vez un intercambio por una jugadora tan codiciada como Hailey Van Lith. En cambio, las Lynx optaron por la flexibilidad futura, negociando para obtener más capital en el draft de 2026.

Aunque es comprensible el instinto de reforzar inmediatamente el equipo con jugadoras veteranas, las elecciones del Lynx en el draft sugieren una filosofía diferente: apostar por el potencial. Sus tres selecciones —Anastasiia Okairu Kosu, Dasayah Daniels y Aubrey Griffin— ponen de manifiesto un claro énfasis en el tamaño, la velocidad, la inteligencia en el juego, el instinto para crear jugadas y el talento atlético innato.

Anastasiia Okairu Kosu, la alero ruso-nigeriana de 1,85 m seleccionada en el puesto 32, probablemente no tendrá un papel destacado esta temporada. Sin embargo, esta promesa internacional de 19 años despierta gran interés. Su rapidez, su refinada técnica con los pies y su prometedor tiro en suspensión apuntan a una jugadora que podría exigir minutos de juego en el futuro.

Las otras dos jugadoras seleccionadas, Dasayah Daniels y Aubrey Griffin, se enfrentan al duro reto del campo de entrenamiento, donde lucharán por conseguir un valioso puesto en la plantilla. Daniels, una alero de 1,93 m procedente de Washington, llega con el prestigio de haber sido seleccionada para el McDonald's All-American y con la reputación de ser una jugadora defensiva disruptiva. Su altura le permite defender sin cometer faltas, lo que se complementa con unas manos rápidas que generan pérdidas de balón. En ataque, destaca por su pulido juego en el poste bajo, su intrigante capacidad para crear jugadas desde el poste alto y su suave toque desde la media distancia. ¿La incógnita? Si sus cualidades físicas se traducirán en el brutal físico y el ritmo implacable de la WNBA.

Por último, está Aubrey Griffin, la campeona nacional de la UConn seleccionada con la última elección del draft. Limitada por una lesión en el ligamento cruzado anterior durante las dos últimas temporadas, Griffin, en su mejor momento, es una atleta explosiva que acosa a sus oponentes en ambos extremos de la cancha con su fuerza, velocidad y agresividad implacable. Su motor es innegable. Aunque su tiro sigue siendo una asignatura pendiente, su intuición para el juego es palpable. Para Griffin, el reto inmediato es demostrar a Reeve y al cuerpo técnico que no solo se ha recuperado, sino que está lista para aportar minutos significativos desde ya.

La estrategia de los Lynx durante la temporada baja ha sido un ejemplo de paciencia calculada, en marcado contraste con las jugadas espectaculares de sus rivales. ¿La apuesta? Que la brillantez de Collier pueda elevar a un elenco secundario joven, aunque talentoso. Si este enfoque mesurado dará lugar a otra final o supondrá un paso atrás hacia la abarrotada zona media de la liga sigue siendo la pregunta candente que se cierne sobre el Target Center. Una cosa es segura: en una liga definida por el poder de las estrellas, las Lynx apuestan por un tipo diferente de alquimia.

Jeffrey Bissoy-Mattis

Como narrador experimentado, he dedicado mi carrera a crear historias atractivas que informan, inspiran y entretienen. Con experiencia en periodismo, podcasting y emprendimiento, he tenido el privilegio de trabajar con una amplia variedad de personas, desde altos ejecutivos y celebridades hasta activistas de base y héroes cotidianos.

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